El experimento llevado a cabo por el departamento de oftalmología de la Universidad alemana de Tubinga, y ha permitido que 5 personas ciegas (sufrieron retinitis pigmentosa) consiguieran ver ligeramente algunas formas y detalles: uno de ellos pudo identificar objetos, ver la hora en la esfera de un gran reloj, diferenciar varios tonos de gris y distinguir letras y palabras..
La tecnología alemana consta del implante de un microchip fotosensible bajo la retina (consta de 1.500 diodos fotosensibles con amplificadores y electrodos). El implante transforma las imágenes en impulsos eléctricos, que a su vez son transmitidos al cerebro a través del nervio óptico.
Eberhart Zrenner, fundador de Retinal Implant AG y director del hospital oftalmológico de la Universidad de Tubinga:
No ven como nosotros, pero para un ciego que no ve nada significa mucho.
En 5 años podría comercializarse a un precio de entre 25.000 y 50.000 euros. No obstante, el implante retinal no sirve si la enfermedad está muy avanzada y hay cicatrices formadas tras 20 ó 25 años de ceguera.